Carta de agradecimiento a Viktor Frankl en su 120° aniversario (26 de marzo de 2025)
Querido Dr. Viktor Frankl:
Hoy, al cumplirse cien años de su nacimiento, deseo expresarle mi más sincero agradecimiento y admiración. Aun cuando no pueda recibir estas líneas físicamente, su presencia y legado se sienten tan vivos como el primer día en que decidió compartir su experiencia y su sabiduría con el mundo.
Como logoterapeuta, encuentro en sus enseñanzas un faro que ilumina mi vocación y la vida de quienes acompaño en su búsqueda de sentido. Su testimonio de resiliencia y su fe inquebrantable en la capacidad humana para hallar propósito, incluso en los momentos de sufrimiento más profundo, ha sido un pilar para miles de personas. Usted nos recordó que, aun en la adversidad, podemos elegir la actitud con la cual afrontamos la realidad y así descubrir un motivo para seguir adelante.
Me conmueve especialmente el énfasis que usted puso en la “voluntad de sentido”: esa fuerza interior que nos impulsa a buscar y a encontrar significado en toda circunstancia. Gracias a su visión, hoy sabemos que cuando el ser humano se siente llamado a algo que está más allá de sí mismo, su vida adquiere una grandeza inexplicable y una esperanza nueva. Su mensaje, eminentemente práctico, nos invita a no rendirnos jamás y a recordar que “quien tiene un para qué vivir, puede soportar casi cualquier cómo”.
En mi práctica profesional, cada vez que un paciente se siente perdido o abrumado, recurro a sus lecciones para recordarle que la libertad última radica en elegir la respuesta que damos a las situaciones que nos tocan. Esa es la esencia del amor, la responsabilidad y la dignidad humanas que usted, con tanta humildad, encarnó y divulgó. Su pensamiento inspira a cada uno de nosotros a abrirse al otro, a conectar con la trascendencia y a encontrar un sentido que redima nuestro dolor y nos haga crecer en humanidad.
Al compartir esta carta, deseo honrarlo con la esperanza de que su mensaje llegue a muchos que aún no lo han descubierto, y que así puedan experimentar la fuerza transformadora de la logoterapia. Su obra, Dr. Frankl, ha dado vida a mi profesión y sigue siendo fuente inagotable de coraje y de luz para quienes anhelamos que cada ser humano descubra el propósito profundo de su existencia.
Y por último, con humildad y en homenaje a su legado, me atreví a acuñar el término “LogoVivir” para expresar este llamado urgente a vivir con un sentido consciente, nutrido por la responsabilidad y el amor. Es mi humilde contribución a la gran tarea de prolongar su trabajo e inspirar a otros a vivir desde el ser, con libertad interior y compromiso con la vida.
Gracias eternas, maestro. Hoy celebramos su vida y proclamamos su presencia en cada corazón que despierta al sentido.
Con infinita gratitud,
Una logoterapeuta agradecida
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